Reveladoras imágenes podrían explicar el problema vasco.

        Parece ser que el abandono de las armas de ETA ha dado ya sus primeros frutos, y el flamante nuevo gobierno pepero, como muestra de su voluntad de diálogo y en aras de la pronta pacificación ha ordenado al CESID desclasificar importantes documentos relativos al origen del problema vasco. Y es que, aunque es pronto para establecer conclusiones que pudieran resultar precipitadas, podría ser que el secular problema vasco -que en Euskal Herría no se folla-, podria tener un origen ciclista.
        De todos es conocida la gran aficción de los abertzales por el ciclismo, lo que con el paso de los años y siempre según fuentes policiales podría haber extendido en en seno de la población un creciente desinterés por el género femenino. Las sospechas comenzaron a brotar en la "intelligentsia" militar a raiz de la detención de comandos ciclistas en el pirineo. Un rápido repaso de la hemeroteca confirmó las sospechas:
Empresas de Turismo Alternatura , el famoso etarra de la bicicleta y sucesivas detenciones eran evidencias más que suficientes. Como medida preventiva el juez Baltasar Garzón ordenó la inmediata detención bajo ley antiterrorista a todos los usuarios de Bicing e incluso llegaron a incomunicar en Intxaurrondo a Alberto Contador junto con el carnicero que le hacía de enlace en Irún. Sólo la prueba del polígrafo permitió exculpar a Contador que salió en libertad el día de ayer, mientras que el carnicero ha ingresado en la prisión de Herrera de la mancha acusado de tráfico de solomillos adulterados e integración en banda armada.

Esta instantánea, tomada en las faldas del Anboto por un equipo de sociólogos de la Benemérita corroboraría dicha teoría.

20N. Los barones no lo pudieron expresar mejor: ¡¡¡¡¡Resistiremos!!!!!

Criminales disfrazados,
seres sin razón ni piedad
No hay palabras en el mundo
que definan vuestra maldad.
Por dinero asesináis.
por placer aniquiláis.
Por poder nos destruís.
Suciamente mentís.
Aunque siempre vigiléis
y mis datos proceséis.
No es tan fácil hacerme callar.
Resistiré.
Resistiré hasta el fin.
Resistiré.
Resistiré hasta el fin.
Ordenáis a los profetas
que hablen de la guerra mundial.
Lleváis siglos maquinando
el final de la humanidad.
Y queréis hacer creer
que os importa nuestro bien.
Pero culta en el disfraz
hay un arma mortal.
Nos Habláis de sumisión.
Nos pedís resignación.
Pero no me dejaré engañar.
Resistiré.
Resistiré hasta el fin.
Resistiré.
Resistiré hasta el fin.
Yo maldigo vuestro crimen.
Sé que lo tendréis que pagar.
Y no os servirá el dinero
para remedir tanto mal.
Contra vuestra coacción.
Surgirá la reacción,
La sangrienta cuenta atrás
se tendrá que parar.
Aunque siempre vigiléis
y mis datos proceséis.
No es tan fácil hacerme callar.

Resistiré.
Resistiré hasta el fin.
Resistiré.
Resistiré hasta el fin.

¡Escándalo absoluto y atroz sacude el ciclismo de élite!

El equipo de investigación de la PcgEpo, tras arduas y tremendamente peligrosas pesquisas está en disposición de poner a disposición de la comunidad internacional el estremecedor documento que a continuación publicamos. Debo decir que han sido años de duro trabajo, infiltrarse entre lá élite del pelotón, ganarse su confianza hasta conseguir semejante confesión ha constituído una tarea titánica, hercúlea diría yo. El héroe que nos ocupa, que en estos momentos se encuentra en un programa de testigos protegidos, amenazado de muerte, pasó muchos meses pegado a la rueda de los mejores escaladores internacionales a base de una dieta de torreznos y claras con gas. Pronto sospechó que no eran trigo limpio, pero fueron necesarias largas noches tras las etapas pirenaicas del tour, gran número de duchas  y masajes  compartidos,  hasta que pudo acceder al secreto mejor guardado del universo ciclista: LA MANDANGA.

Una vez consumida esta terrible droga cualquier mindundi es capaz de subir un hors categorie cantando la ovejita lucera como ilustran estas imágenes.

Las formas cambian, la esencia permanece.

                                              ...Pasaban los ciclistas y era la marabunta. Los hoteles quedaban destrozados. No querían a los ciclistas porque había gente muy guarra. Llegaban y ensuciaban todo. Subían la bicicleta a la habitación. Se lustraban las zapatillas con las sábanas. Inundaban las duchas, el agua rebosaba por las escaleras de vez en cuando. Se llevaban lámparas y adornos en las maletas. Algunos iban preparados con berbiquíes y hacían agujeros en las puertas para espiar a las mujeres. Y hubo uno que hasta tenía un gregario para el berbiquí, y al día siguiente le hicieron pagar las puertas agujereadas. Muchos hoteles no los aceptaban y tenían que buscar pensiones de mala muerte.

Extraído del libro "locos por el tour" acerca del ciclismo en los años 60.