sábado, 2 de julio de 2011

Amigos hasta en el infierno

"Emperador Lucifer, señor de todos los espíritus rebeldes, ruégote que me seas favorable en la apelación que hago a tu gran ministro Lucífago Rocafale, deseando hacer pacto con él. Ruégote también, príncipe Belzebú, que me protejas en mis empresas.
¡Oh conde Astarot! séame propicio y haz que en esta noche el gran Lucífago se me aparezca bajo forma humana y sin ningún hedor y que me conceda, por medio del pacto que voy a presentarle, todas las riquezas que necesito
- ¡Oh, gran Lucífago! ruégote que abandones tu morada, en cualquier parte del mundo, que te encuentres, para venirme a hablar; si no te obligaré por fuerza del gran Dios vivo, de su excelso Hijo y del Espíritu Santo. Obedéceme prontamente o serás eternamente torturado por la fuerza de las potentes palabras de la Gran Clavícula de Salomón, de la que servía para obligar a los espíritus rebeldes a admitir su pacto; así, pues, aparécete cuanto antes o voy a atormentarte continuamente por las fuerzas de las potentes palabras de la Clavícula : 'Agión, Tetragram, vaycheen, stimilamato y ezpares, retragammaton oryoram irion erglión existión eryona onera brasin movn messia, soler Emmanuel Sabast Adonay' te adoro, te invoco"

 Como veis, la invocación tuvo éxito. Aquí con mi amigo en una agradable mañana de ciclismo

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